El camino


Que largo es el camino, amigo.

Lleno de zarzas que no dan
ni comida ni abrigo.
Con agujeros que en la noche
quiebran tus piernas
para que abandones
el sendero elegido,
para que cambies la ruta
y te des por vencido.

Que largo es el camino, amigo.

Cuando los ánimos ya no animan,
y pides cuentas al destino,
a dios, al karma, o a tus enemigos
por si por lo que has dicho
te habrán maldecido,
y, aunque el dolor no lo calme
ni el sabor del vino,
tened en cuenta,
que sólo la vida podrá conmigo.

Donde el brillo de la luz al final del túnel
se enturbia por el humo que da aliento al olvido,
para intentar seguir caminando por este puto camino, amigo.

Comentarios

Entradas populares